domingo, 1 de junio de 2014

"LEYENDAS NATIVAS DE NORTEAMÉRICA Y CHAMANISMO"

ÁNGELES DE MUCHOS PAISES
“LEYENDAS NATIVAS DE NORTEAMÉRICA Y CHAMANISMO”
El pájaro trueno es una criatura mitológica presente en la tradición espiritual de muchas de las culturas de Norteamérica. El nombre de esta criatura viene de la creencia de que el movimiento de sus alas produce el trueno.
El pájaro trueno es enorme, la envergadura de sus alas es como dos canoas, y su vuelo puede provocar una tormenta. Junta las nueves produciendo truenos y, cuando parpadea, relámpagos de luz surgen de sus ojos. En su pico transporta serpientes brillantes hechas de rayos. Se le retrata en máscaras multicolor, con dos cuernos y dientes en el pico.
Los pájaros del trueno que vivían en las cimas de las montañas eran sirvientes del gran espíritu y volaban sólo para transmitir sus mensajes. Las tribus Kwakiult y cowichan creían que los pájaros del trueno no solitarios asumían la forma humana inclinando sus picos hacia atrás y quitándose de encima las plumas como una manta. Se cuentan historias de que estos pájaros del trueno “humanos” se casaban con los seres humanos.
El pájaro del trueno es un ángel que está relacionado con el ruc, o nukh, de las leyendas persas. Se decía que el ruc era capaz de transportar un elefante y comérselo. El pájaro de trueno también podría estar relacionado con el Ave Fénix de la mitología egipcia: el pájaro fabuloso que se regenera periódicamente. En la literatura, el Ave Fénix simboliza la muerte y la resurrección. Según la leyenda, cuando llegaba al final de sus quinientos años de vida, se quemaba en una pira, y de las cenizas volvía a surgir otro Ave Fénix.

En las culturas chamánicas, el sanador suele tomar forma de pájaro para viajar por los distintos mundos en busca de fragmentos del alma de su paciente. Las capas rituales de los chamanes siberianos de nuestros días les hacen parecerse a pájaros emplumados. Y aunque en todas las formas de chamanismo asiáticos no hay mucho interés por crear imágenes de seres humanos alados, se cree universalmente que los chamanes pueden volar. 

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