“el reino elemental:
hadas, sirenas, salamandras…”
Los hijos de los ángeles
son los mágicos espíritus de la naturaleza, que crean equilibrio y abundancia
en la tierra cuando se les honra y aprecia. A menudo toman la forma de luces
coloreadas o nieblas envolventes. Los espíritus de la naturaleza nos ayudan a
entender los ritmos naturales y nuestro lugar en el mundo. Los elementales trabajan
de cerca con los ángeles de los lugares sagrados para ayudarnos a entender lo
que nuestros antepasados sabían instintivamente: la importancia de la
interrelación entre las fases de la luna, las mareas y las estaciones.
Nuestro planeta es un
ser vivo que también está evolucionado a través de las vidas de las criaturas
que nutre. Los ángeles planetarios, devas y otros espíritus naturales, ayudan a
la Tierra a pasar por todas las etapas de su crecimiento desde el principio
mismo.
HADAS,
elfos, gnomos y goblins son espíritus de la Tierra y gobiernan las flores, las
plantas, los árboles, el suelo, la arena y los cristales. La tierra es el más
estático y el menos dinámico de los cuatro elementos. Los espíritus de la
tierra nos enseñan a nutrirnos, y a vivir en abundancia, equilibrio y armonía.
Esto significa comportarse responsablemente hacia todas las criaturas del
planeta. Al enfocarnos en la energía que fluye a nuestro alrededor, aportamos
estabilidad y abundancia a todas las áreas de nuestra vida. Como sabían
nuestros antepasados, los espíritus de los árboles y de las plantas son capaces
de curar todas nuestras dolencias si elegimos trabajar con ellos. Simplemente
encuentra un árbol que te resulte armónico y acogedor y pídele trabajar con su
esencia espiritual.
SIERENAS,
las ondinas y sirenas son espíritus naturales que rigen el
reino acuático y atienden a las criaturas que lo habitan. Los espíritus del
agua nos ayudan a purificar y equilibrar nuestras emociones. Nos enseñan a
fluir siguiendo la línea de menor resistencia. El agua puede asumir cualquier
forma; a veces es difícil de contener y en ocasiones se nuestra enormemente
poderosa. Los espíritus del agua tienen mucho que enseñarnos respecto a la
adaptación a distintas situaciones sin perder nuestra receptividad básica.
El agua es receptiva e
incorpora mensajes de las zonas por las que pasa. El agua tiene muchos mensajes
ocultos, y será un elemento cada vez más importante para la humanidad.
SALAMANDRAS,
son espíritus de fuego y guardan los secretos de esta energía
transformadora. Se encuentran en gran número cerca de los volcanes. Los
espíritus del fuego no enseñan sobre la energía dinámica de nuestra fuerza de
vida, la chispa de fuego divino que reside en cada uno de nosotros.
Esta fuerza nos llama
diariamente hacia la luz y nos despierta del sueño. El fuego purifica, quema y
destruye lo viejo para que pueda emerger lo nuevo. El fuego purifica, quema y
destruye lo viejo para que pueda emerger lo nuevo. El fuego creativo nos enseña
fortaleza espiritual. El rayo, el fuego último, aporta a nuestra alma
iluminación y un crecimiento espiritual sin precedentes.
SILFIDES,
o espíritus del aire, llevan nuestras plegarias a los ángeles.
El aire es ligero, flexible y libre. También es invisible; solo se nota su
presencia por los efectos que produce. La mayoría de las formas de vida
necesitan aire para vivir. Trabajar con las sílfides incrementa nuestra
capacidad mental, intuición, comunicación, imaginación creativa y el relámpago
repentino de inspiración. Los pájaros, que son criaturas del aire, alegran
nuestro corazón con sus trinos, recordándonos las bellezas ocultas de la
creación.
DEVAS,
están más evolucionadas. Se les puede encontrar habitando en preciosos
cristales de cuarzo. Si tienes la suerte de encontrar un cristal templo dévico,
se convertirá en una gran fuente de información. Estos cristales, tienen una
característica vibratoria que nos permite acceder a información para unificar
el cielo y la tierra. Nos enseñan a elevar, además de nuestra propia
frecuencia, la de los demás y la de la Tierra.
No hay comentarios :
Publicar un comentario